viernes, 24 de diciembre de 2010

Luna Roja.

Entonces la luna se puso roja,
Los cimientos comenzaron a moverse violentamente
Desacomodando estados, ajustándolos todos a modo incierto e indiferente.

A donde llegaremos si no se siente el camino por venir?
Como se dibujaran las siguientes formas si no poseen fin?
A quien juzgaremos, si no es a nosotros mismos?

Se pregunta uno una vez, la segunda no modifica el tiempo.
La estancia permanece en ciclos disueltos, borrones de aire sintético,
Ausencia de moléculas generadoras en el proceso
Que solo se acumulan en corros de desacuerdos.

Indagas en espejos,
A ver si la silueta de la luna roja te da una pista o un grano de aliento.

Desespero maltrecho ataviado de luces sin destello,
Estatuas de mármol sin pulimiento
Como noche sin estrellas,
Como año nuevo sin deseos.

Entonces descubres que algo falla,
Maldita necesidad de recurrir a las palabras,
Ellas saben más de lo que un hombre calla.

Y analizas su silencio
Que se disgrega como pináculos de histeria compactada
De despojos de año viejo que aun no marcan pauta,
De miedos asociados a alfanjes incrustados en el alma
Que solo provocan sangrar a distancia.

Distancia eterna, palabra que recubre la soledad incierta, marcando pautas, separando miradas, olvidando desacuerdos perdonando batallas.
Entonces la luna roja invita, la luna roja reclama
Ser esos defectos, aprender de esas patrañas
A caminar descalzo por ese sendero sin figura,
A disipar nieblas del futuro incierto e inesperado mientras lucubrando observamos como el silencio habla de la forma mas sutil y espontanea.
Solo calla, solo siente, solo vive el presente, porque en el futuro, ya nada nos acompaña.

24-12-10

sábado, 11 de diciembre de 2010

Susurro del Viento.

Entonces una vez creímos en el silencio,
En los momentos cegados,
En la inocencia del viento.

Solo curiosos fuimos, solo creídos estamos
Solo este día olvidamos, como en silencio lo completamos.

Completar ese estado, esa necesidad de dirigir ese concierto interno abrumado
La capacidad de no poder solo esta vez escucharnos
Por nuestra insolente capacidad de estrellarnos.

Entonces menospreciamos la realidad,
La capacidad de disfrutar un momento solo de verdad,
De descubrir verdades escondidas en el bullicio del día
De perdernos en el camino de la monotonía.

Y sin embargo aquí seguimos,
Con lágrimas rozando la ultima copa de vino,
La insoportable necesidad de requerir compañía
Cuando la humanidad se circunscribía y tu sola en una esquina te escondías.

En detalles, en reflejos, en canales que no omite el viento,
En sonajeros añejos, en portafolios escurridizos en esa exacta mirada que anhelo.

Solo en gritos de silencio,
Solo en melancolías de año viejo,
Solo en nostalgias de personas que vivieron,
Solo extrañar el cariño que no tengo
Y duele en silencio justo al lado con el susurro del viento que grita ya no puedo.

11-12-10