domingo, 23 de mayo de 2010

Tiempo.

Un CD consumiendo su musica mas divina,
Su única oportunidad de vida repetida.
Un cigarrillo mañanero consumido inevitablemente
Con suspiros vacios y sueños enmohecidos.
Y el viento sopla

Llevando con el todo lo consumido,
Todas las razones de ser y de haber existido,
Todas las cenizas dispersadas por una angustia olvidada.
Y nos consumimos.

Como una hora al día,
Como una semana que diste por vencida,
Un día a la vez, una mirada a la vez,
Y nos persigue.

Esa necesidad de un fin conclusivo,
De fin de semana obtuso y resistivo,
Momentos idos, momentos no vividos,
La música suena como si fuera lo ultimo que hiciera
El viento sopla porque no le queda de otra
Y no sabemos

Esta incertidumbre que se llama tiempo y nos consume.

Espacio de tiempo, futuro presenciado, pasado olvidado
Y nos consumimos.

Apilamos días, construimos semanas, olvidamos meses y se repente se denominan años.

Tiempo pasa, tiempo olvida, tiempo descubre la verdad del destino siendo el único sobreviviente cuando los parámetros han sido designados y absortos en olvido.

Y morimos, consumidos, en tiempos, en CDs de música repetida, en historias de última guerra acontecida, en miradas de lozanía, en deseos de control imposible, envejecimiento, ahogo, desespero, agonía, resistencia,
Y nos consumimos.

20-05-10

3 comentarios:

MoiZés AZÄÑA dijo...

Segundo a segundo desaparecemos. Eso: nos consumimos. Nos consumen.

AZAÑA ORTEGA

MoiZés AZÄÑA dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Gabriela Parra dijo...

Exacto, nos consumen...consumiendonos.

Saludos! =)