Porque somos reales, abrumadores, distantes.
Porque compartimos alegrías, tristezas y simpatías.
Cuando gritábamos justicia, cuando escribíamos razones,
Cuando no había ultimas veces y vivíamos sin precedentes.
Entonces aprendimos a existir en soledad,
En “no eres parte de mi ahora” y ya no más,
En cómo existo sin razones?,
En cómo hablo para razonar?,
Qué esperar si ya no hay nada que nos ate a la realidad?.
Y solo me impaciento,
Por no poder escribir sobre un proyecto,
Porque no supe describir a la chica que jugaba aquel jueves sobre el cemento,
Porque no puedo proyectar lo que ahora siento
Y sólo, sólo…sólo en soledad me convierto.
Así que brindo, por esos momentos felices,
Por las alegrías que me enseñaron a pintar sobre la acuarela de la vida,
Por la rudeza con que se dirigían,
Por la compañía que me ofrecían.
Entonces entrañamos recuerdos tejidos en un lienzo,
Sobrevolamos fronteras y nos abrazamos en silencio,
Para podernos darnos el lujo de decir “yo forme parte de ese momento”
Y ustedes, ustedes estuvieron a mi lado todo el tiempo.
02-08-11
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