domingo, 28 de febrero de 2010

Ironía.

Y a la tristeza se refería,
Cuando caminaba por el borde de sus manías
Ciñéndose a ellas como si fuera lo único que tenía.
A la tristeza miraba,
Cuando su reflejo en el vaso de cristal se mostraba una lagrima lentamente que surcaba su mejilla agrietada –los años no han ido en vano- se excusaba.
Y que excusa, no soportaba la miseria en que lentamente sucumbía.
-Qué he hecho?- solía repetir, y su mirada iba de arriba hacia abajo del vaso de cristal que lo acompañaba, sus dedos mugrientos sosteniendo la ultima colilla de cigarro que tenia, que tras la calada final decidió apagar en la planta de su mano callosa por los años.
Su mundo se estremeció.
El viejo hombre sintió.
Y sonrió, una sonrisa triste, acabada, con pocos dientes. A continuación se observo mirando la planta de su mano sangrando y despertó.
-Maldita sea estoy vivo- masculló.
Limpió su cara con la mano no lastimada y se levanto con paso firme y se suicidó.
Tras haber revivido, en un instante lo habría decidido.
-Esto es todo por lo que vivo- pensaba, mientras ataba una cuerda a su garganta.
-Porque siento- y tiró del banco que lo levantaba.

26-02-10

3 comentarios:

Cesar Antonio Chumbiauca dijo...

Es un cuadro trágico.

Saludos.

MoiZés AZÄÑA dijo...

Sí, muy trágico.

AZAÑA ORTEGA

Gabriela Parra dijo...

Lo es, lo es. Necesitaba escribir algo asi, siempre me pregunte como lo haria.

Gracias chicos una vez mas por pasar por mi espacio.
Abrazos Venezolanos! =)