sábado, 11 de diciembre de 2010

Susurro del Viento.

Entonces una vez creímos en el silencio,
En los momentos cegados,
En la inocencia del viento.

Solo curiosos fuimos, solo creídos estamos
Solo este día olvidamos, como en silencio lo completamos.

Completar ese estado, esa necesidad de dirigir ese concierto interno abrumado
La capacidad de no poder solo esta vez escucharnos
Por nuestra insolente capacidad de estrellarnos.

Entonces menospreciamos la realidad,
La capacidad de disfrutar un momento solo de verdad,
De descubrir verdades escondidas en el bullicio del día
De perdernos en el camino de la monotonía.

Y sin embargo aquí seguimos,
Con lágrimas rozando la ultima copa de vino,
La insoportable necesidad de requerir compañía
Cuando la humanidad se circunscribía y tu sola en una esquina te escondías.

En detalles, en reflejos, en canales que no omite el viento,
En sonajeros añejos, en portafolios escurridizos en esa exacta mirada que anhelo.

Solo en gritos de silencio,
Solo en melancolías de año viejo,
Solo en nostalgias de personas que vivieron,
Solo extrañar el cariño que no tengo
Y duele en silencio justo al lado con el susurro del viento que grita ya no puedo.

11-12-10

1 comentario:

MoiZés AZÄÑA dijo...

El silencio nos acompaña.

AZAÑA ORTEGA